El mundo que creamos

Miradas, simplemente, miradas: eso son las fotografías.

Pero no solo son las del fotógrafo. Son también las de quien las mira. En el momento en que ambas miradas se instalan en el mismo elemento fotografiado, se produce un acontecer místico en el que no hay temporalidad ni autoría: la foto es el espacio del encuentro entre dos subjetividades que valoran con sus propios sentires lo que tienen delante de sus ojos.

Sensación intransferible tan fugaz como la percepción que antecede al disparo…